Hoy escribiré sobre algo peludo, sobre algo malo y fétido, pero que cada día se da más y más entre la cáfila de políticos desnutridos de honestidad. Hablo de esos que se declaran independientes, después alinean con un partido y finalmente se reclutan en otro para obtener lo que sea, y repito lo que sea. A ellos yo les llamo culebras rastreras de la política chilena, y cada vez que puedo, las piso y les reviento la cabeza, y eso me da una sensación de placer inmenso. El oportunista político, es la habilidad para aprovechar cualquier oportunidad, anteponiendo el beneficio personal, a cualquier otro principio o valor.
Otra definición: Persona, que se acomoda a las circunstancias, en beneficio propio, incluso, en contra de sus valores. Un oportunista es una persona voluble, como la veleta, que el viento mueve para donde quiere, sólo que en nuestro país, el papel de la veleta lo representan los personajes oportunistas y el viento, lo representa el dinero, que pone el gran capital.
Continuando con esta asquerosidad de columna, quiero decir que existen muchas razones para ser oportunista, por ejemplo: situaciones adversas, más cuando son económicas, políticas y ambiciones personales; sin embargo, los oportunistas, haciendo honor a su astucia, falta de escrúpulos y de vergüenza, se escudan tratando de confundirnos, diciendo que hay que ser pragmáticos; pero ahora de nuevo me pregunto, si queremos comparar pragmatismo con oportunismo, nos damos cuenta, que estos conceptos son dos polos opuestos, porque el pragmático, flexibiliza su posición para no perder la batalla o la guerra, y no renuncia a sus valores; por el contrario, los mantiene y los defiende. -En cambio el oportunista, como el título de una película de vaqueros, que recuerdo de mi juventud: “Por unos dólares más”, se pasa al bando contrario, o vende el traste a cualquier bando.
Como vemos, en estas próximas presidenciales, nuestro políticos locales, engranajes de candidaturas truchas, rascas, y arrendables, están dando un ejemplo insuperable, de lo que es el oportunismo político, pues lo que estoy mencionando lo veremos con más crudeza, a medida vayamos acercándonos a la campaña presidencial. A mi, no me cabe ninguna duda, el afirmar que en nuestro país existen personajes que dicen que son de izquierda sin manchas y al otro día, cuando las situaciones le cambian son de derecha y con manchas.
Pero hay algo mas, que quiero traer a colación: “La verdad deja de ser verdad, cuando surge la contradicción “y el oportunista es contradictorio, al estar en un bando y luego después en otro; entonces, cuál es el sustento para la credibilidad de lo que dicen; aquí es donde les recuerdo mis estimados lectores el viejo refrán: “Que en boca del mentiroso, lo cierto se hace dudoso”.
También vale la pena recordarles a todos esos candidatos a concejales y a alcaldes que se juraron independientes y que ahora apoyan sin asco a partidos y a fulanos que representan a partidos, sin siquiera recordar que gritaron a los cuatro vientos que eran independientes (para lograr su voto a toda costa). Hoy muestran su verdadera cara y se sacan fotos con gente que usted desprecia. -Yo lo único que digo y grito a todo Ñuble es “Mas luego se descubre a un mentiroso que a un ladrón”. ¿Hasta cuando le seguirán cooperando a politiqueros de tercera, sin palabra y sin honor?…Gañanes y estandartes de una política podrida.
Para Tejemedios escribió:
LUIS OVIEDO CASTRO
SOCIÓLOGO, LICENCIADO EN CIENCIAS DE LA MODERNIZACIÓN
